En la Reserva Comunal Yanesha (Pasco) se lleva a cabo una iniciativa de cultivo de cacao sostenible que, además de evitar la deforestación, integra a las mujeres a la cadena productiva. Al igual que el café, el cacao se ha convertido en uno de los ingredientes peruanos de mayor calidad mundial y nuestro país posee la mayor diversidad genética en el mundo. El cacao peruano se cultiva principalmente en las regiones de Cusco, San Martín, Amazonas, Piura, Ayacucho y Junín; lo que representa el 80% del total de la producción nacional.
No obstante, a nivel global, la creciente demanda de cacao para la industria chocolatera pone en riesgo los bosques de los principales países productores. Por ello, con el fin de proteger el ambiente, actualmente se promueve el cultivo de cacao libre de deforestación, una práctica que también ha permitido la integración y empoderamiento de la mujer indígena en la cadena productiva, generando oportunidades para su desarrollo y fortaleciendo la equidad de género.
De esta manera, las reservas comunales y su trabajo en favor de la protección de nuestra biodiversidad son de vital importancia. Además, las áreas naturales protegidas (ANP) son una categoría de conservación única y depende del compromiso de la ciudadanía, ya que se establecen a solicitud de las propias poblaciones indígenas, que son los principales aliados del Estado en el desarrollo sostenible. El trabajo conjunto entre comunidades y organismos estatales ha permitido identificar un cacao criollo de alta calidad, sabor particular y altamente productivo que se cultiva de manera amigable con el ambiente y en el que la mujer yanesha juega un rol preponderante, desde la selección de las plántulas hasta la elección de los mejores granos.